25 de febrero de 2008

De paseo por San Clemente

En San Clemente no hay trenes, pero “El tren de Sueños” siempre se las ingenia para contarles algunas historias o sorprenderlos con alguna novedad.
A dos cuadras del lugar donde estuve vacacionando, más exactamente en la Avda. Costanera 2657, se encuentra la antigua Colonia de Vacaciones “Bello Horizonte”, hoy, “Germán Abdala”. Esta colonia que pertenece al gremio ferroviario APDFA (Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos), estaba compuesta allá por el verano de 1981 por un conjunto de chalets ubicados justo, justo frente al mar.

Recuerdo que por aquella época yo estaba terminando mi escuela secundaria y como premio mis padres decidieron llevarnos de veraneo al mar, con el consecuente enojo de mis tíos porque ese verano les restábamos unos días a las tradicionales vacaciones en el campo en Villanueva. Fue el año en que el grupo musical inglés Queen vino a la Argentina y el año en que por primera vez podía salir de noche e ir a bailar con amigos porque San Clemente tanto en aquella época como ahora sigue siendo un lugar muy tranquilo y familiar.
Así que este año decidí salir en la búsqueda de aquella Colonia de Vacaciones , aquel lugar donde pasamos tan lindos momentos.
Finalmente lo encontré, allí estaba, frente al Balneario “Edén” y en la esquina de Vadinho” (el único local bailable de la zona). Si bien yo sabía que la colonia había cambiado, no me imaginé encontrarla así.
Después de haber tomado algunas fotos del frente, decidí entrar y acercarme hasta la administración, donde me recibieron Francisco y su esposa Graciela quienes muy amablemente me invitaron a recorrer las instalaciones.
Francisco es de Rosario y hace ocho años que trabaja administrando la colonia. A medida que la recorríamos me di cuenta lo orgulloso que estaba de su trabajo. No sólo se ocupó de administrarla sino que fue el encargado de remodelarla y mantener las viejas instalaciones.
A los antiguos chalets coloniales, se les agregaron otros que si bien son más nuevos, respetan la estructura de los más antiguos. Se han construído cocheras debajo de éstos y un hermoso quincho con una enorme parrilla en el fondo del complejo.
En este quincho Francisco y y Graciela son los encargados de organizar una cena de camaradería con cada contingente que los visita cada diez días. Justamente ese día se organizaba una de esas cenas y “El tren” estuvo invitado..


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